domingo, 23 de septiembre de 2012

Primavera

Te vistes o te desvistes, aclarar que no hay mas pasiones que las que tu me has dado, flotando en el espacio... jugando entre los jardines del amor, del desamor, de la cobardía, de la amargura en su máximo esplendor ... tu mirada me apabulla, me intriga el sabor de tus labios, una mezcla de petunias y claveles, aquellos que libres me hablan al oído, murmurando suavemente, que no existe mas que la vida, ni mas que la muerte ... te vistes o te desvistes ...

XIX

Subir, esperar que el aire se inmiscuya en mis pulmones, caminar...

La grandeza del alma es la que vibra cuando llegamos al tope,
cuando acabamos en la cima, sentados, fumando un cigarro,
pensado en la vida, en el pasado, en el como y el cuando,
en el porque de los pobres y en el viva de los ricos.

Subir, llegar agónico pero con energías, con ganas de estar ahí...

El hombre se hace fuerte siendo grande, el grande no es fuerte si no es hombre,
así las cosas se hacen claras al amanecer ... aún sentados, acabando en la cima,
a la espera de aquel cigarro, para luego pensar en el pasado,
en el como y el cuando, en el porque de los ricos y el viva de los pobres.

Subir, es tal vez, la añoranza de muchos en la vida, llegar al fin...

El ocaso ya acaba, la vuelta se hace pronta, la vida se rehace,
el mundo gira a contratiempo, las cosas buenas vuelan, las malas quedan,
aún así seguimos pensado ... sentados con el vendaval en la cara,
pensado en la armonía de la vida, pensando en el pasado, en el como y el cuando,
en el porque de muchos y en el viva de solo unos pocos.