somnolienta y esquiva, estaba confundida,
mas aún, su mirada la delataba,
viajaba penetrante haciendo ruido,
su mirada, aquella mirada antagonista a su alma dormida.
Y su corazón introvertido acusaba,
cambios rítmicos de mi tacto,
cambios fulminantes al roce de nuestros labios,
tus labios, que esbozos de mi alma hurtaba,
mas aún, seguido al rítmico acto,
a tu corazón introvertido con miradas al alma, yo robaba.
Y su alma enternecida de había dormido,
en mis brazos; se había dormido,
aún confundida, aletargada y esquiva, se había dormido,
mas aún, su mirada delatora,
destronaba toda coraza y al alba evidenciaba,
sus besos, rítmicos y eufóricos, suave gamuza sabor miel,
al alba, su alma se enamoraba.