Brasas al rojo vivo, admiro el calor emanado,
silente humo, hace paciente tu llegada,
adentrado en la inmensidad del destino apasionado,
entro en la poesía y caigo en tu mirada,
es posible creer, admirar y pensar que todo es palpable cuando se puede volar,
besos y caricias me invaden, me llenas de color, de aquel inolvidable.
Vuelo, lejos y alto con ese humo,
me enrredo en la música,
encanto y alegorías,
ojala sea de por vida.
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