Añoro

Añoro lo que no tengo,
más no siento que deba,
sino que debo lo que siento.

Anoche soñé con la alegría,
esto no es un cuento,
mañana tengo artimañas que hacer,
aunque no te guste por cierto.

De mañana duermo,
aunque tarde despierto,
escucho tus murmullos,
como un perro hambriento,
que esconde sus capullos,
y se hecha atento.

Llegó la oscuridad abrumada,
fría como viento,
me asusto con tu mirada,
que me deja sin aliento.

Duermo en el abismo,
no encuentro nada en mente,
mis sueños te desvisten,
no puedo detenerte.